Era 1995 cuando la Dra. Lilian Glass, autora del libro Relaciones tóxicas, introducía el término tóxico en un contexto diferente a la que estábamos acostumbrados, hasta entonces solo lo escuchábamos en nuestras clases de química; en las características de algunos elementos de la tabla periódica y compuestos. Entonces, a partir de ese momento comenzaron a desfilar libros que describían ese comportamiento conservando dicho adjetivo o bautizándolos con otro nombre como el de vampiros emocionales.

Pues, aunque es fácil pensar que la gente es tóxica porque se ponen piel de oveja siendo unos lobos que solo quieren minar tu autoestima, la realidad es que estamos hablando de comportamientos, no de personas. Y lo explico así porque probablemente la persona no se dé cuenta del daño que hace y es un indicativo de que la persona necesita ayuda psicológica, justamente para cambiar estos comportamientos, aunque también es cierto que este tipo de personas no están interesadas en cambiar ¿y por qué habrían de hacerlo si la jugada, por lo general, es ganadora?
Cabe señalar que este tipo de comportamientos, que se producen de forma constante e independiente del momento laboral o familiar por el que se esté pasando, están dados en personas que tratan de enmascarar la envidia, los celos y su propia inseguridad. Para Rita Watson, miembro asociado en el Ezra Stiles College de Yale, dichas personas poseen una serie de acciones como que a menudo no respetan los límites, hablan críticamente y grosera de los demás, interrumpen a las personas que están en conversación, pueden manipular a otros para satisfacer sus propias necesidades y destaca a tus colegas o amigos para su propio beneficio.
En la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales —en inglés, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, abreviado como DSM— lo que más se acerca a una definición del comportamiento tóxico se puede encontrar en “el grupo ansioso de trastornos de la personalidad”, ya sea que se derive de tendencias que incluyen trastornos obsesivo-compulsivos o agresión pasiva, los cuales son reconocibles por las características que abordaremos a lo largo de este artículo.
Si en este momento te preguntas cómo te pueden afectar estos comportamientos, esto puede ser de varios modos, puede ser desde un sabotaje, descalificaciones, restringirte información, coacciones, contagiarte con su pesimismo o que pierdas credibilidad, pues, a decir de la Dra. Abigail Brenner – miembro de la Asociación Americana de Psiquiatría- su modus operandi es hacer que las personas hagan lo que ellos quieren.
¿Qué puedo hacer para lidiar con estos comportamientos nocivos?
1. Analiza cómo te afecta la persona. En muchos casos, la persona es intrusiva y molesta. Incluso, no tiene problemas para interrumpir cuando se está hablando con otra persona. Sé consciente de esto y haz lo mejor para evitar este comportamiento invasivo.
2. No confrontes pero tampoco evadas. En privado, indica el comportamiento que te parezca perturbador. Señala firmemente que habrá consecuencias si continúa. Luego aléjate antes de meterte en un intercambio perjudicial. Esto es efectivo cuando atrapas a una persona siendo grosera con los demás. En ese momento, hazlo.

3. Prepárate para su drama pero evita el contagio. Las personas que sienten que son necesitadas siempre tienen un drama familiar que informar y una lista de enfermedades o desprecios percibidos que utilizan para evocar su simpatía. Cuando entren en tu espacio, detén la situación inmediatamente. Diga amablemente pero con énfasis: “Desearía poder tener el tiempo necesario para hablar en este momento, pero no es así. Tendremos que hacerlo en otro momento”.
4. Date el espacio que necesitas. Cuando la conversación sea inevitable, manténgala corta y luego aléjate. Con este tipo de personas lo límites son muy importantes. (Aunque a menudo no hay posibilidad de dicha conversación puesto que es más fácil que el comportamiento sea un tipo de monologo donde la persona se pueda escuchar a sí misma)
5. No generes expectativas. Si deseas permanecer en la amistad, prepárate para frustraciones. En algún punto puede ser que te sientas mal por esa persona y desees ayudar, pero esto rara vez es posible, ya que es normal que la persona se sienta víctima de las circunstancias, incluso sienta que el entorno es injusto y que no tienen la culpa, por lo tanto el cambio no les interesa, no creas que tú puedes cambiarla.
La mejor manera de lidiar con alguien que tiene comportamientos tóxicos es no permitiéndoselos. Con esto quiero decir que no puedes entrar en su juego pues, si lo haces tienes todo que perder. Como ya lo dijimos en nuestro post “El lucifer que llevamos dentro” https://mentalizarte.mx/2019/03/27/el-lucifer-que-llevamos-dentro/ toda relación social tiene reglas, en parte explícitas y en parte implícitas. No se debe permitir que ni unas ni otras toleren la manipulación, el desprecio y cualquier otra conducta que nos denigre. Es importante que tengas en mente que nadie tiene por qué arrebatarnos la calma.
Haznos saber tus comentarios ¿conoces a alguien así? ¿qué hiciste para poder lidiar con esa persona?
Hasta el próximo leencuentro.
Psst… quizá también te interese lo que tu saludo dice ti. Lo puedes checar en: https://www.bicaalu.com/atico/2019/cultura_popular_20190101.php
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