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Tener una vida más plena, más tranquila, más feliz es el deseo de muchas personas que cada vez está más presente ante la rapidez y demanda de productividad de nuestra sociedad. La psicología transpersonal ha podido desarrollar un método de intervención a partir de diferentes técnicas, de saberes y enfoques terapéuticos para hacer conciencia de la importancia de vivir en el presente, del autoconocimiento y del desarrollo de una vida espiritual.

La necesidad de integrar una pluralidad de teorías que trabajen holísticamente y del reconocimiento de la complejidad de sus objetivos, hace posible que, en esta promoción de la conciencia, el contacto con la propia experiencia y todas las formas de ser espiritual, tomen su lugar en el espectro, rescatando las premisas fundamentales de la filosofía perenne y otros saberes de distintas disciplinas y enfoques que ayuden al paciente-buscador a tener una vida más plena y consciente.

Detallemos las más importantes:

Meditación

Como se ha practicado tradicionalmente, la meditación no ha sido una actividad independiente sino una parte de un sistema más amplio de creencias y estilo de vida asociado con factores culturales y espiritualidades arraigadas como lo son el hinduismo, el budismo o el taoísmo. Dentro de la psicología occidental, las prácticas de meditación han tendido a ser descontextualizados de sus sistemas de significado originales culturalmente enmarcados y tratados como una tecnología psicológica que puede ser estudiada y/o utilizada separadamente de estos sistemas de significación, pero aun cuando sea tratada como una mera técnica, la meditación ha sido estudiada científicamente por las ventajas que la práctica cotidiana evidencía.

Goleman (1991) define la meditación como un hábito de auto regulación y entrenamiento atencional; para Kristeller (2001) se trata de un proceso cognitivo que implica un proceso de atención y conciencia de uno mismo y de la experiencia inmediata sin enjuiciamientos; para Campagne (2004) se trata de “una técnica aprendida con la que cambiamos la atención en estímulos identificables, a un estado de atención no focalizada […] también es una práctica de disuasión de pensamiento repetitivo o de reorientación cognitiva” (2004;16).

Desde la psicología transpersonal, la meditación es una práctica útil pues nos permite familiarizarnos con nuestro interior y reaprender. Campagne puntualiza: “la meditación entrena la concentración no para relajarse, sino para desconcentrarse, para perder toda noción de contenido, de pensamiento, de uno mismo […] produce entrenamiento de afrontamiento de acontecimientos estresantes por desproveerlos de su característica de <estresantes>” (2004;16).

Los datos empíricos fueron acompañados posteriormente de investigaciones científicas las cuales han comprobado la mejoría de síntomas en dolores crónicos como los presentes en la fibromialgia y en el tratamiento de trastornos de ansiedad y depresión, fobias y TEPT, por comentar algunos. Otras investigaciones cuantitativas realizadas con personas adultas revelan la influencia positiva de la meditación en diversas dimensiones psicológicas como la regulación emocional, percepción, cognición, aprendizaje, atención, memoria, inteligencia, atención plena, comportamiento, estrés, concentración, autoconcepto y autorrealización, además del aumento de los valores relacionados con el universalismo, la benevolencia, trascendencia y colectividad (Cebolla, 2014).

Respiración holotrópica

De acuerdo con sus creadores, la respiración holotrópica es una forma de terapia experiencial que “proporciona acceso a los ámbitos biográficos, perinatales y transpersonales del inconsciente y, por consiguiente, a raíces psicoespirituales profundas de los trastornos emocionales y psicosomáticos” (Grof & Grof, 2011, p. 35).

Desde la perspectiva de Grof, todos los síntomas y trastornos emocionales son en realidad “un intento del organismo de liberarse de antiguos traumas, sanarse a sí mismo y simplificar su funcionamiento” (Grof, 2002, p. 241). Con la finalidad de que las personas puedan sumergirse a su mundo interno y surja así esa naturaleza autocurativa de la psique a la que también hacía referencia Jung y Naranjo (1990), este tipo de respiración combina una forma acelerada de respiración, música evocativa, trabajo corporal y un desarrollo posterior de integración de la experiencia donde se crean distintos mandalas.  

Cristina y Stanislav Grof postulan que, con la respiración acelerada, se persigue el producir una disminución de las resistencias y bloqueos psíquicos del paciente-respirador; el acompañamiento musical coadyuva al proceso con sus ritmos seleccionados de forma previa, la cual incluye pistas chamánicas y étnicas con lo que se intensifica la experiencia y se promueve justamente la respiración acelerada. Puede ser necesario que un facilitador apoye al respirador por medio de un trabajo corporal concreto -siempre con su consentimiento-, ejerciendo presión en determinadas áreas o alentando a la persona a externar sus emociones, incluso detallan que a veces es necesario realizar un acompañamiento adicional, sosteniendo la mano de la persona o con un abrazo (Grof & Grof, 2011).

De acuerdo a Cerda (2012), la respiración holotrópica puede tener también un efecto a nivel de las relaciones interpersonales, en la forma en que los participantes se vinculan en sus diferentes ámbitos. Como resultado de la experiencia, las personas pueden sentir la necesidad de hablar de temas no abordados de forma previa o expresar aquellas emociones que antes se encontraban bloqueadas lo que indica también que, los vínculos, sin importar su tipo o el contexto en el que se desarrollen, ayudan a desarrollar una vida más nutritiva, siendo también un puente para el autoconocimiento.

Foto de Nataliya Vaitkevich en Pexels

Creatividad

Esta nos ayuda a revelar, por medio del habla simbólica, nuevos conocimientos tanto sobre la profundidad y el potencial del ser humano como la historia y los elementos que le dan identidad; se convierte en una indagación vivida en el momento que dejar ver la variedad, profundidad, vivacidad y plenitud del contacto consigo mismo, expresándose. Dentro de este contexto más amplio, la creatividad da pie para restaurar la integridad, la salud y el bienestar de las personas utilizando aspectos intelectuales, emotivos, afectivos, experimentales, sensoriales e imaginativos de la experiencia humana como caminos para la sanación y desarrollo espiritual.

Por lo tanto, tiene el potencial de contribuir a una comprensión más completa de la experiencia humana y dar sentido al mundo del que también es parte. Esto tiene su conexión teórica con la psicología transpersonal en desarrollos teóricos como el de Assagioli (1993) que refiere que en el superconsciente residen impulsos más elevados como la intuición, la fuerza, el amor altruista, la voluntad, la empatía, la solidaridad, la inspiración artística, la necesidad de propósito en la vida y la comprensión espiritual. Roberto Assagioli refiere que, trabajando con este, se aumenta la conciencia y la autocomprensión a través de aspectos multimodales como la vivencia del baile, experimentar con la pintura o crear un cuento.

Por consiguiente, la creatividad nos ayuda a contactar con la naturalidad perdida infantil, como lo refiere Blanco (2009) es una actitud ante y hacia la vida, una actitud que genera nuevas formas de estar y propicia cambios como parte “del redescubrimiento de los sentidos kinestésico, visual, auditivo, térmico y olfativo para buscar una actitud consciente y sensible hacía uno mismo” (Verde, 2005;2 Tomado de Blanco, 2009).

La creatividad va muy de la mano con la contemplación, ya que el dibujar o el pintar las emociones, por ejemplo, nos ayuda a serenarnos, tomar conciencia de la emoción, aceptar y permitir su experiencia (Sacristán, 2014). A continuación, profundizaré al respecto.

Prácticas contemplativas

Las prácticas contemplativas, de la cual forma parte el mindfulness, no pueden entrenarse sin la implicación de actitudes positivas de amabilidad, compasión, gratitud, autoconciencia y de no juicio, de hecho, se ha establecido que la compasión es el nexo entre la psicología positiva y la también llamada atención plena.

Estas prácticas funcionan como catalizadores en dos aspectos diferenciados entre sí, por un lado, los individuos pueden generar estados de conciencia ampliado que ayudaría a fortalecer las interpretaciones relacionadas con el afrontamiento de acontecimientos estresantes, llevando a una disminución sustancial del cortisol. Segundo, dado que el mindfulness está asociado al desarrollo personal, los cambios que se producen con la práctica contribuyen a atender y a clarificar la experiencia propia, así como a manejar las emociones negativas lo que fomenta la atención, una conducta autorregulada y una mayor autoobservación.

La contemplación también desarrolla flexibilidad cognitiva, una habilidad necesaria para la conexión con uno mismo y con las personas que nos rodean, Nhat (1998) escribe:

“Nuestras nociones sobre la felicidad nos aprisionan. Olvidamos que son simples ideas. Nuestra idea sobre la felicidad puede, en realidad, impedirnos se felices. Cuando estamos atrapados en una particular idea de lo que es la felicidad, somos incapaces de distinguir las oportunidades en que la alegría se halla entre nosotros” (1998;71).

Y continúa “La felicidad no es un asunto individual, tiene la naturaleza de la interesencialidad. Cuando eres capaz de hacer sonreír a un amigo, su felicidad también te alimenta” (1998;74).

Esta conexión y vinculación también es visible en la última de nuestras herramientas para la facilitación transpersonal.

danzando con ojos vendados
De Cottonbro en Pexels

Danza

Los terapeutas de la DMT (Danza Movimiento Terapia) conocen desde hace tiempo la naturaleza expresiva de este arte; su pionera, Marian Chace, descubrió que los pacientes con estrés postraumático podían usar el baile como una terapia que disminuía la tensión en el cuerpo y minimizaba el aislamiento. Esta terapia, según la Asociación Estadounidense de Terapia de Danza (ADTA, por sus siglas en inglés), se basa en la interconexión fundamental entre la mente y el cuerpo en la que todo lo que le sucede al cuerpo influye en la mente, y viceversa.

En su tesis doctoral, Hanna Poikonen (2018) refiere que los elementos básicos de la humanidad —actos creativos, movimientos afinados y colaboración— se combinan en la danza de manera natural. Se ha demostrado que, durante la cooperación, los cerebros de dos personas se sintonizan, lo que permite una acción fluida, necesaria para crear música y movimientos armónicos.

En el mismo orden de ideas, la danza primal desarrollada por Taroppio (2015) se basa en la memoria que alberga el cuerpo para recuperar incluso la “información cósmica que albergamos” (2015:4) en forma de posturas, de movimiento, de gestos y de movimiento. Los movimientos primordiales, como el autor los llama, son estimulados por música étnica, por la sinergia de los movimientos de otras personas que, al igual que la respiración holotrópica, van removiendo los bloqueos y defensas neuróticas. Daniel Taroppio apunta, que en algún momento la danza primal también se vuelve una forma de meditación “en la que se termina vivenciando la disolución de la dualidad de la música y quien la practica” (Taroppio, 2015; 4).  

Por consiguiente, todas estas herramientas trabajan desde el contacto y este siempre tiene lugar en el presente, ya que solo somos capaces de experimentar lo que estamos haciendo ahora, vislumbrando el cuerpo, las sensaciones y el estímulo que nos rodea, pero dándonos cuenta de nuestra motivación, de nuestra necesidad y de nuestros impulsos, como lo manejaría la Gestalt, pero a la par, como lo señala Wilber (2010) la contemplación, el contacto y la meditación son dimensiones de la vida espiritual.

Las herramientas aquí presentadas ayudan a la satisfacción de las necesidades físicas, psíquicas y espirituales de los pacientes, ayudándoles a encontrar su bienestar y el sentido de vida -a través de sus propios recursos y de la comprensión que logre de su propia esencia-, en combinación de las tres áreas más importantes para el ser humano: el corporal, el emocional y el espiritual.

Hasta el próximo leencuentro.

Quizá te interese escuchar nuestras sugerencias musicales en: https://open.spotify.com/playlist/4BYCLC9g7hmEFPtQPWzDKg?si=e4b8a06d0e9d47c6

o leer más contenido relacionado, por ejemplo: https://mentalizarte.mx/2017/06/27/mindfulness-una-herramienta-para-la-psicologia/

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