Las visitas al gastroenterólogo, muchas veces se generan por problemas de estreñimiento, de diarrea, o periodos de intermitencia entre ambos, junto con la molesta distención abdominal, síntomas muy relacionados con el síndrome del colon irritable, pero ¿Sabías que también puede originar daños en tu cerebro?

El intestino es considerado el segundo cerebro del cuerpo humano, ahí se producen la mayoría de las hormonas responsables de los procesos neurológicos -el 95% de la serotonina, neurotransmisor que ayuda a regular el sueño y el apetito que además inhibe el dolor y regula el estado de ánimo- se produce en el intestino, dicho órgano contiene millones de células similares a las que posee el cerebro, debido a que se desarrollan en la misma parte del embrión.
Hoy nadie duda de la conexión entre el cerebro y el cuerpo; cuando tenemos que presentar un examen o hablar en público el sistema nervioso se prepara para el reto y nos invade el miedo, el estrés, duda y ansiedad. Esta última puede estimular los movimientos peristálticos de los intestinos precipitando un mayor número de evacuaciones, incluso líquidas. Así es pues, que muchos malestares intestinales son el reflejo de nuestro estado de ánimo, por eso no es raro que casi la mitad de los afectados por este padecimiento también padezca depresión o ansiedad.
Somos un todo
Como humanos, nuestras emociones, nuestro cuerpo y nuestra mente forman un todo, por consiguiente, si hay una adicción al tabaco el riesgo de padecer por ejemplo Alzheimer, aumenta. Lo mismo pasa cuando nuestra alimentación es deficiente o alta en grasas, azúcares o harinas refinadas. Para el neurólogo David Perlmutter, autor del libro Cerebro de pan refiere que las cefaleas, la ansiedad, la depresión, la hiperactividad, el déficit atencional e incluso el Alzheimer puede ser considerada la diabetes tipo 3; asegura que cuando se bombardea el cerebro de carbohidratos, los cuales a demás tienden a estar saturados de ingredientes con efectos inflamatorios como el gluten, producen efectos irritantes que dañan las neuronas debido a lo cual tampoco es raro que se irrite el colon.
Realiza un pequeño ajuste
Integrar en tu dieta diaria estos alimentos puede ayudarte a cuidar de tu colon y tu cerebro:

- Vegetales de hoja verde.
Para muchas personas suele ser los alimentos que menos agradables les resultan, pero es de los alimentos que debemos de incluir en la dieta no por lo bien que saben si no por lo bien que hacen, así el kale, las espinacas, las coles de Bruselas y el brócoli son ricos en nutrientes para el cerebro por su alto contenido en vitamina C, magnesio, hierro y fósforo. Diferentes investigaciones dan a conocer que el consumo habitual de estos alimentos puede ayudar a ralentizar el deterioro cognitivo.
- Frutos rojos
Un estudio publicado por la revista Annals of Neurology en el 2012, da a conocer los resultados de su investigación en la que muestran que las mujeres que consumen dos o más raciones de fresas y arándanos a la semana retrasaban hasta 2 años y medio los síntomas de la pérdida de memoria, en comparación con las personas que no los comen habitualmente.
- Un puñito de nueces
Las nueces son fuente de grasas saludable, en específico de uno llamado ácido alfa-linolénico. Este componente ayuda a disminuir la presión arterial y protege las arterias, lo que resulta benéfico no solo para el cerebro, también para el corazón.
- Depúrate
Para Irina Matveikova, autora del libro Inteligencia Digestiva: una visión holística de tu segundo cerebro, refiere que el intestino es una central nutritiva e inmunitaria y puede convertirse fácilmente en un lugar de sobrecarga tóxica. Esta autora recomienda realizar pausas de 3 días (de viernes a domingo, por ejemplo) con alguna dieta vegetariana o un periodo de ayuno semilíquido resulta benéfico para evitar procesos degenerativos y prevenir el cáncer de colon.
Las otras causas del colon irritable
Los síntomas del colon irritable y el dolor que produce son en sí mismos estresantes e incómodos y a la par tenemos el estrés que nos causa el trabajo, la casa, el confinamiento, la familia y las clases en línea generando un ciclo sin fin; es conveniente atender estas causas también, puedes iniciar por:
- Tomar una siesta de 20 o 40 minutos
Además de relajar el cuerpo, dormir le da al cerebro y al cuerpo la oportunidad de reparar células, consolidar recuerdos y recargarse. Dormir bien puede mejorar la memoria, la función cognitiva y también la función cardíaca. Los estudios demuestran que la siesta nos ayuda a retener mejor la nueva información.
Esto es posible gracias a que la siesta empuja los recuerdos del hipocampo a la corteza, lo que permite un almacenamiento más permanente y la integra con otra información.
- Aprender a reconocer tus respuestas ante el estrés.
Para llegar a este punto puedes auxiliarte de un diario por uno o dos meses que te ayude a identificar las situaciones que te estresan. Mientras eso pasa puedes ir aprendiendo técnicas de respiración o técnicas de meditación esto con el fin de controlar mejor el estrés cotidiano.
Aquella frase del siglo I y II d.C “Mens sana in corpore sano”, mente sana en cuerpo sano, nunca cobro tanto sentido como ahora, seamos conscientes.
Hasta el próximo leencuentro.
Psst! ¿te interesa seguir leyendo sobre el cuidado personal? te recomiendo: https://www.bicaalu.com/tintero_digital/2018/bicablog_20180502.phphttps://www.bicaalu.com/tintero_digital/2018/bicablog_20180502.php
o bien, https://mentalizarte.mx/2020/02/27/como-combatir-el-insomnio-con-sencillos-cambios-de-habitos/
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