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Estuche de acuarelas con un muñeco miniatura.

¿Le has preguntado alguna ves a alguien si se considera creativo? si lo has hecho seguramente la respuesta fue negativa. Incluso la pregunta la pudiste realizar hacia ti mismo y también pensar que distas mucho de ser alguien creativo. Veamos qué te lo impide.

La creatividad ha sido estudiada partiendo de diferentes enfoques, en algunas definiciones es considerada como un proceso de elaboración de productos originales, otras la consideran como una facultad del ser humano para solucionar problemas o la posibilidad de descubrir problemas donde otras personas no lo ven. Afortunadamente, el ser creativo es una capacidad que puede desarrollarse. 

Se suele pensar, además, que la creatividad es la manifestación cúspide de la inteligencia, concebida como la expresión de equilibrio de la estructura cognoscitiva del ser humano con el medio, como la capacidad de desarrollar el pensamiento abstracto, o como la capacidad de análisis y construcción mental de relaciones de pensamiento, o la capacidad de adaptación, equilibrio y empleo eficaz del pensamiento creativo cuando es un acto autónomo, original y significativo. Es decir, puede darse inteligencia sin mayores expresiones de creatividad, aunque la creatividad no aparece sin los signos de la inteligencia, o por lo menos depende de ésta hasta ciertos niveles

Para fines prácticos definiré la creatividad como la facultad de encontrar nuevas combinaciones y respuestas originales partiendo de informaciones ya conocidas; el antagónico de la realización de una actividad siguiendo una misma regla. Según Diane Papalia, reconocida autora de libros de texto sobre psicología y desarrollo cognitivo, refiere en su libro de Psicología que la creatividad consistiría en la habilidad de ver las cosas bajo una nueva perspectiva e inventar luego soluciones nuevas, originales y eficaces. Existirían, por lo tanto, dos tipos de pensamiento que se relacionarían con la resolución de problemas y la creatividad: el pensamiento divergente, que es la capacidad para descubrir respuestas nuevas y originales; y el pensamiento convergente, que lo define como la capacidad para descubrir una única respuesta correcta. Desde la arteterapia entonces la creatividad seria la posibilidad de representación y de simbolización de una situación o de sí mismo, de manera divergente.

Las creencias sobre la creatividad

Una trampa que te impide ser creativo es lo que asocias con la creatividad, Alexander Ortiz Ocaña -autor del libro Educación Infantil– explica algunas creencias erróneas sobre la creatividad y que, pueden ser impedimento de que desarrolles esta habilidad:

  • La idea de que ser creativo es un don especial, que se tiene o no se tiene, y si no se posee es muy poco o nada lo que se puede hacer para desarrollarla y lo mejor es pedir ayuda a quien es creativo. 
  • El criterio de que sólo las personas que poseen un alto nivel cultural pueden ser creativas.
  • La opinión de que las personas creativas son gente desordenada.

Ahora bien, la creatividad constituye un complejo proceso de la subjetividad humana que se expresa en la producción de algo, que es nuevo y valioso, por lo que las dificultades para su identificación y evaluación aumentan debido al propio carácter relativo de estos criterios.  Los criterios de novedad y valor son relativos, ya que lo que es novedoso para una persona puede que no lo sea para otra y quizá ese sea el primer punto que puede generar un obstáculo para ser creativo ya que puede generar una atmósfera coercitiva o incluso frenarse por el miedo a la crítica.

Mujer coloreando un dibujo
Otros obstáculos

Ser creativo no es una cosa fácil, al menos en la apariencia, pues existe otro factor que nos impide serlo y aunque no lo creas, se trata de la represión emocional, pongamos por ejemplo el caso de Josephine Cochrane, quien sentía tal frustración cuando su empleada, al lavar los platos, rompía alguna pieza de su vajilla de porcelana, que decidió que, si nadie inventaba un lavavajillas, lo haría ella. De este modo, lo que hizo en realidad fue transformar su frustración, hasta que finalmente ideó el primer lavavajillas viable. Sobra decir que el resultado hubiera sido otro muy distinto si hubiera negado su molestia y frustración por lo sucedido.

 Las normas sociales también pueden inhibir nuestra creatividad debido a que forman estereotipos de pensamiento (los modelos rígidos, las típicas ideas), rutinas, hábitos (muchas veces heredados e impuestos por nuestra cultura) un ejemplo de ello es el miedo a la autoridad, este puede hacer que no demos a conocer nuestras ideas y que por ello no se desarrollen, en  este caso pueden influir ideas catastróficas como “Si le comento mi idea puede regañarme por mi proactividad” “Si le comento mi idea puede pensar que quiero su puesto y me va a correr”.

Dejar a nuestro niño (a) interno (a) de lado es también otro estorbo, un estudio realizado en la Universidad Estatal de Dakota del Norte, encabezado por los psicólogos Darya Zabelina y Michael Robinson, sugiere que es posible recuperar la creatividad que vamos perdiendo al madurar, solo es necesario imaginar que volvemos a tener siete u ocho años y será suficiente para desarrollar un montón de ideas novedosas, esto gracias a que al pensar como niños disminuimos la autocrítica.

Ahora ya sabes qué te impide ser creativo, para revertirlo es necesario conocerte. Identifica cuál o cuáles son tus bloqueos, y recuerda, la creatividad es una habilidad innata que siempre estas a tiempo de desarrollar.

Hasta el próximo leencuentro.

Por cierto, si buscas más contenido sobre creatividad, te recomiendo: https://mentalizarte.mx/2018/09/29/manos-a-la-obra-las-ventajas-de-crear/ o bien, https://www.bicaalu.com/atico/2019/cultura_popular_20190601.php

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