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El mes pasado les anticipamos que habría una continuación sobre qué podemos hacer si nos vuelve a dar un ataque de ansiedad en la escuela. En esta entrega abordaremos lo que podemos hacer sí esto le pasa a una compañera o amistad, ya que entendemos lo difícil que resulta ver el sufrimiento de una persona querida y la impotencia de no saber qué hacer.

Tumisu en Pixabay

Lo primero que necesitas tener presente es que lo que pase con tu amiga o amigo no es tu responsabilidad y tampoco tienes la capacitación adecuada para atenderla, pero si la puedes acompañar y darle el equivalente a los primeros auxilios emocionales.

Una vez teniendo claro esto vamos a dividir el episodio de ataque de ansiedad en tres momentos, el primero cuando la persona está comenzando a tener ansiedad excesiva, el segundo cuando está teniendo el ataque y el tercero cuando se recupera del mismo.

Previo al ataque

  1. Ayúdale a detectar cuando se empiece a incrementar su nivel de estrés, puedes notarlo porque comienza a ser poco objetiva, su respiración se altera, tiene poca claridad para tomar decisiones.
  2. Quédate con ella.
  3. Busquen un lugar tranquilo donde tu amiga pueda sentirse segura.
  4. Invítala a controlar su respiración, puedes hacerlo con ella practicando la respiración diafragmática de la siguiente forma: inspiren y lleven el aire hasta el diafragma hasta que su estómago se infle  mientras van contando despacio del 1 al 10, ahí  lo sostienen otra vez mientras cuentan del 1 al 10 y finalmente lo exhalan despacio  igual, contando del 1 al 10.
  5. Explícale cuál es la situación que está enfrentando de forma breve, concisa y precisa.
  6. Escucha lo que le preocupa, pero evita que sobrepiense la situación.
  7. Sugiérele alguna actividad que le permita enfocar su atención como la técnica de Mindfulness que explicamos en la columna de septiembre, te la recordamos por acá pídele que identifique:
  8. 5 cosas que pueda ver en ese momento.
  9. 4 cosas que pueda oír.
  10. 3 cosas que puedas sentir como calor, frío, o las texturas del entorno.
  11. 2 cosas que puedas oler.
  12. 1 cosa que puedas saborear (que puede ser incluso su propia saliva, un dulce, una fruta, etc) o pídele que evoque una cosa que le gustaría saborear.

Durante el ataque de pánico
Si las estrategias anteriores no funcionaron y/o si inevitablemente se presenta el ataque de pánico:

  1. Mantén la calma, en este momento fungirás como su espejo, si te alteras ella se alterará más, si te muestras tranquila podrás transmitirle calma y ayudarla a disminuir la ansiedad
  2. Recuérdale que lo que está sintiendo es pasajero.
  3. Si tu amiga desea hablar, escuchala sin criticarla, pero intenta que no se abrume con sus ideas
  4. Anímala a ir a un lugar tranquilo donde pueda estar cómoda y alejada de la mirada de los demás.
  5. Dale su espacio, acompáñala manteniéndote atenta a lo que necesite:  llorar, hablar, caminar, etc.  Si no quiere que la toques respeta lo que te pide.
  6. De nueva cuenta ayúdala a bajar su ritmo de respiración, puedes hacerlo mostrándole tu respiración pausada o incluso haciendo el ejercicio de respiración diafragmática que te explicamos anteriormente.

Después del ataque

Una vez que pase el ataque de pánico tu amiga se sentirá muy cansada y quizá un poco desubicada.

  1. Conténla: puedes abrazarla un rato si te lo permite sin necesidad de decirle nada, lo importante es que sepa que estás ahí.
  2. Escúchala, cuando ella esté lista para hablar. No trates de explicarles nada solo permite que se desahogue y escucha sus miedos y necesidades.
  3. Fortalece su autoestima, recuérdale sus fortalezas y la forma como ha resuelto problemas de manera asertiva en otros momentos.
  4. Prevengan juntas, pregúntale que siente que le ayuda cuando está en una crisis para que si se presenta de nueva cuenta puedas ayudarla
  5. Muéstrale tu apoyo incondicional, puede ser que se sienta triste o avergonzada de que hayas presenciado su ataque de pánico. Explícale que entiendes que nada de lo que le pasa lo hace por gusto o voluntad.
  6. Invítala a buscar ayuda profesional, recuérdale que tú solo puedes acompañarla y que los ataque de ansiedad no atendidos a tiempo pueden mermar mucho su calidad de vida.
  7. Escúchate, sí, también debe de haber un tiempo para darte cuenta cómo te sentiste tú después de este episodio. Si la situación se sobrepasó, te sientes angustiada o te quedaste muy afectada por la situación, busca ayuda. Recuerda que la principal condición para que podamos ayudar a los demás es que nosotros estemos bien.

Como te explicamos desde el artículo anterior la ansiedad cada vez es más común por lo que debemos evitar normalizarla, minimizando sus consecuencias y postergando su atención. Además de buscar apoyo para esta persona, si te sientes con poca tolerancia frente a su ansiedad, en Mentalizarte estamos listos para ayudarlas ¡Consúltanos!

Recuerda que esta columna llega a ti gracias a la colaboración de Clara Sánchez, comunicóloga y psicoanalista. Queremos acompañarte, envíanos tus consultas o preguntas, puedes utilizar un pseudónimo o escribirlas de manera anónima. Les daremos respuesta en las siguientes entregas. Escríbelas en nuestra sección de comentarios o envíalas a csanchez28@gmail.com.

https://mentalizarte.mx/2022/07/02/adolescentes-con-ansiedad-y-depresion/
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