Hola, llevo tres años viviendo con mi pareja. Desde que éramos novios, su familia no me aceptó bien pero cada vez es más evidente que no les agrado. Mi pareja me dice que no les de importancia, que lo importante es que ambos nos queremos pero no me gusta esta situación, me siento excluida. Además queremos tener un hijo y me preocupa como vamos a sobre llevar esta situación. ¿Qué puedo hacer?

Muchas gracias por contactarnos, tocas un tema muy delicado y por desgracia más común de lo que quisiéramos, tanto que parece que “lo esperado” es que no le caigamos bien a la familia de nuestra pareja y por consecuencia no atendemos la situación como se debe.
Decían las abuelas que te casas con tu pareja y con su familia. Tenían razón. Y más aún si piensas tener hijos, recuerda que ellos serán sus abuelos, tíos, primos, con ellos pasarán Navidades, Años Nuevos, cumpleaños, etc., de ahí la necesidad de procurar, en la medida de lo posible, emparentar con personas que sean afines en valores, educación y principios.
Pero, si esto no sucede y para ti es importante esa relación, entonces recuerda que puedes adaptarte siempre que no pongas en riesgo tu integridad, eso significa diferenciar entre no ser aceptada y ser agredida. Presta atención si se presentan los siguientes casos:
- Te critican físicamente
- Descalifican lo que haces o te ridiculizan
- Le sugieren a tu pareja que no te invite
- Hacen comentarios pasivo-agresivos, por ejemplo te envían indirectas o hablan del “gran partido” que era la ex.
- Tu pareja cambia radicalmente la forma como te trata cuando estás con ellos.
Si contestaste de manera afirmativa, ¡cuidado! Como te decíamos anteriormente existe una gran diferencia entre ser empático y resignarse. Lo primero que tienes que hacer es hablar con tu pareja, explicarle como te sientes y avisarle que no permitirás malos tratos.
La reacción que él o ella tenga te dará pie para tomar distintas acciones. Si te apoya e interviene con su familia, las cosas serán más sencillas, de lo contrario necesitarás ponerles límites a ambos: a tu pareja y a su familia.
Puedes empezar por ubicar quien es la persona más accesible de su familia, intenta conocerla y que te conozcan desde una posición diferente a la que han establecido hasta ahora. En el caso de tu suegra será un poco más complejo. Para algunas mamás las nueras son un rival por herencia, es decir ni siquiera se cuestionan otra opción frente a la simple idea, quizá infundada, de que perderán el amor y/o la atención de su hijo. Esta creencia hace que se genere una competencia innecesaria porque el amor de cada una de ustedes es diferente.
Recuerda que para pelear se necesitan dos por lo que ayudará mucho que mantengas la sangre fría, que no te enganches con las provocaciones y que sepas marcar distancia por el bien de todos. Ahora bien para forjar una relación con ella puedes empezar por:
- Buscar las cosas que tienen en común, ¿comparten hobbies? Tal vez su gusto por el cine, el deporte o la literatura. También son válidas actividades que puedan compartir, quizá un día ir de compras o visitar una exposición juntas.
- Respeta su reinado: su casa es su territorio y entre más claro lo tengas, mejor será para todos, déjala que ahí ella ponga sus reglas y decida lo que quiere hacer. De esa forma le mostrarás, indirectamente, que esperas lo mismo cuando ella vaya a la tuya.
- Reconoce sus habilidades: es una forma de mostrarle que tu intención no es invalidarla, por el contrario aprecias sus talentos. Esto no implica ser zalamera ni mucho menos, solo dale un cumplido como lo harías con cualquier otra persona.
- Respétense mutuamente, si ella no lo hace contigo, tu pon el ejemplo, no permitas ninguna acción que activa o pasivamente te ofenda o atente contra tu dignidad.
- Evita discutir con tu pareja delante de ella, aún en el mejor de los casos en el que ustedes ya tengan una buena relación, su hijo siempre será su prioridad, no la metas ni te metas en ese dilema.
Es recomendable que establezcas una relación cordial con tu suegra y con tu familia política antes de embarazarte, sería un gran error pensar que la próxima llegada de un bebé podría “mejorar” la relación, por el contrario las cosas se complicarán. Es probable que tu suegra se sienta aún más amenazada de perder la atención de su hijo, eso la puede hacer más hostil con la intensión de marcar su territorio. De tu lado las hormonas no serán buenas aliadas, te sentirás más sensible y se activará tu instinto protector.
Si por el contrario es tu pareja quien se siente rechazado, procura abordar el tema con tu familia en aras de generar una relación de respeto entre todos. En caso de que veas que esto resulta imposible, intolerable y/o que la relación con los familiares comienza a mermar el vínculo de pareja, acude a la orientación de un profesional. ¡En MentalizArte estamos preparados para ayudarte!
Si tienes alguna inquietud, ponte en contacto con Clara Sánchez, comunicóloga, psicoanalista y responsable de la columna que hoy llega hasta ti. Puedes contactarla directamente a su correo csanchez28@gmail.com o dejar tu pregunta en los comentarios.
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