Hola Me llamo Darío, tengo un hijo de cinco años al que normalmente le encantaban las fechas de Halloween, sobre todo porque en su escuela les hacen festejos apropiados para su edad: los dejan disfrazarse, hacen concursos y piden dulces en los salones contiguos. Vivimos en un edificio pequeño, somos pocos vecinos y nos organizamos para darles a los niños su calaverita. El año pasado vinieron mis sobrinos a pasar estas fechas con nosotros, son sólo un par de años más grandes que mi hijo y se la pasaron super bien: jugaron, vieron películas, etc. Justo después de que pasaron estas fechas, Bruno comenzó a tener problemas para dormir, se despertaba por la noche llorando, teníamos que quedarnos un rato con él para que se calmara. Poco a poco fue retomando sus hábitos de sueño, pero este año en cuanto comenzó a ver las decoraciones de Halloween en las tiendas regresaron sus problemas de sueño. Lo raro es que, primero nos insistió mucho en que decoráramos la casa, pero ahora no quiere salir de su cuarto porque le asustan los adornos. También tiene pesadillas que se han ido intensificando, tanto que lo hacen gritar y llorar. En ocasiones, aunque le hablamos, no logramos despertarlo. Cuando por fin se recupera de la angustia se niega a dormir solo. ¿Qué le está pasando? ¿Cómo podemos ayudarlo?
Darío muchas gracias por escribir. El miedo durante la infancia es más complejo de lo que pensamos porque nos habla de las emociones o los recuerdos que no hemos podido superar, solo que, por la edad, los adultos los interpretamos como episodios pasajeros y sí, en muchas ocasiones lo son. También pueden ser el resultado de una experiencia estresante o de algo que sucedió en el día y que fue difícil de procesar.
Cuando las pesadillas se manifiestan de una manera tan intensa como la que describes pueden hablarnos de experiencias traumáticas no procesadas. Durante la vigilia esas experiencias están reprimidas o, por decirlo de otra manera, están reservadas dado que los niños tienen muchas cosas divertidas por hacer. Durante la noche, esa represión baja y el inconsciente genera sueños aterradores, conocidos como terrores nocturnos.
A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos, provocan que el niño se despierte de manera abrupta llorando, gritando o agitado debido a la aceleración de su ritmo respiratorio y cardiaco. Pueden tener la cara sonrojada y el cuerpo sudoroso. Lo más impresionante para los papás es que, en la mayoría de los casos, los niños parecen no registrar que alguien está a su lado ayudándolos. Es común que el pequeño se vuelva a dormir y no recuerde lo que vivió. También sucede, como le pasa a Bruno que despierte y después le aterre volverse a dormir.
El origen…
De acuerdo a la página KidsHealth, los terrores nocturnos suelen ocurrir entre 2 y 3 horas después de que el niño se queda dormido, es el momento en el que el cerebro aún no ha entrado en las etapas REM (movimientos oculares rápidos) del sueño. “El niño se despierta parcialmente y el área del cerebro que controla las respuestas de “lucha o huida” está con demasiada estimulación, lo que hace que sienta pánico y esté aterrado.” [1]
Los terrores nocturnos son más frecuentes en varones de los 3 a los 6 años de edad. Según la Asociación Española del Sueño (ASENARCO), “se estima que un 40% de las personas ha sufrido algún episodio de terrores nocturnos durante su infancia, aunque suelen desaparecer por sí solos durante la adolescencia y, de hecho, son muy poco frecuentes en la edad adulta.” [2]
¿Qué los provoca? A veces se presentan por factores hereditarios, otras cuando el pequeño no ha dormido lo suficiente, cuando duerme en un nuevo ambiente o lejos del hogar, está enfermo o padece ansiedad o estrés. Estos dos últimos factores, como decíamos al principio, pueden ser el resultado de haber estado en una situación desagradable real o imaginaria, es decir, puede estar asustado por algo que le hicieron, aunque fuera de broma o por algo vio ya sea personalmente, en la televisión o en el cine.
También puede detonarse a consecuencia de un recuerdo. En el caso de Bruno, por ejemplo, puede ser que el año pasado haya visto o vivido algo que lo impresionó. Después lo olvido, pero ahora, con la llegada del Halloween quizá lo está recordando y por eso tiene esa extraña relación de curiosidad y reserva con los objetos de la temporada.
¿Se pueden prevenir los terrores nocturnos?
Sí, sobre todo si se ubican las razones por las que surgieron y se conocen los detonantes.
Observa a tu hijo:
– Ayúdalo a manejar el estrés: mediante la respiración, el juego o la ejecución de actividades relajantes ya sea manuales o deportivas.
– Escúchalo: detecta que cosas le asustan.
– Observa a qué juega: muchas veces en el juego libre los niños muestran lo que les asusta e incluso pueden recrear el escenario que lo asustó
– Supervisa lo que ve en pantallas: incluye juegos, videos y/o películas.
– Crear rutinas antes de dormir: se trata de cosas sencillas que le ayuden a prepararse dos horas antes de dormir, entre ellas están tomar un baño, alejarse de las pantallas, hacer alguna actividad que lo calme cómo escuchar música o leer juntos un cuento.
– Cuida sus horas de sueño
La impronta de las imágenes
Sí, ya hablamos de cuidar lo que ven los niños en las pantallas, pero es fundamental concientizarnos del impacto que tiene una imagen en la mente del niño. Los recuerdos se generan en la estructura cerebral en forma de caballito de mar llamada hipocampo y se almacenan en la corteza prefrontal, es decir, en la parte frontal del cerebro. Una vez que una imagen es percibida se guarda como recuerdo y resulta casi imposible sacarla de ahí.
Las imágenes constituyen la base para la imaginación, la creación artística y la construcción de sueños. Durante la infancia resulta difícil distinguir la realidad de la fantasía, de ahí la importancia de cuidar lo que ven los niños, en primera instancia, de acuerdo a su sensibilidad y en segunda, a las recomendaciones de las clasificaciones de juegos, programas y películas.
Durante estas fechas de Halloween y Día de muertos es común que los niños estén expuestos a imágenes inapropiadas para la madurez de su cerebro ya sea por los disfraces, las series, videojuegos y películas. Al no poderlas entender o procesar se archivan como material para la creación de fantasías y/o sueños aterradores y amenazantes,
¿Qué hacer durante un período de terror nocturno?
1. Acércate suavemente al niño
2. Evita que se lastime, algunos niños además de gritar pueden moverse de forma violenta
3. Acompaña a tu hijo hasta que vuelva a dormir.
4. Al día siguiente obsérvalo con atención para saber si recuerda lo que soñó, de ser así escucha lo que te cuenta. En caso de que no lo recuerde, no lo cuestiones, ni lo obligues a recordar.
Si bien los terrores nocturnos suelen ser pasajeros, es importante consultar a un especialista si:
- Duran más de 30 minutos, ocurren más de una vez a la semana o impiden que el pequeño duerma bien.
- El niño parece estar muy triste, asustado o estresado durante el día.
- Durante un terror nocturno, babea, está rígido o se sacude.
Recuerda que el tratamiento de los terrores nocturnos implica atender las causas biológicas, como podría ser la madurez cerebral del niño o los trastornos del sueño y las emocionales.
Esta columna llega a ti gracias a la colaboración de Clara Sánchez, comunicóloga y psicoanalista. Puedes enviar tus consultas o preguntas con tu nombre, utilizando un pseudónimo o escribiendo de manera anónima ya sea en nuestra sección de comentarios o vía correo electrónico a csanchez28@gmail.com. Les daremos respuesta en las siguientes entregas.
[1] Anzilotti (A), Nemours Kids Health, Terrores nocturnos, recuperado de https://kidshealth.org/es/parents/terrors.html
[2] Maset (J), 2020 ¿Por qué mi hijo se despierta gritando por la noche? Publicado en cinfasalud, recuperado de https://cinfasalud.cinfa.com/p/terrores-nocturnos/
Te recomendamos: https://mentalizarte.mx/2022/02/03/hablar-con-mi-hijo-sobre-lo-que-ve-en-internet/
- La fuerza yoica
- El diario creativo
- Llevar un diario de sueños como acto terapéutico
- ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo con sus terrores nocturnos?
- La conquista de la voluntad
0 Comentarios