¿Cómo te explicas la vida? Ante las adversidades ¿piensas siempre lo peor? ¿Qué consecuencias consideras que tiene esto para tu vida? Martin Seligman junta mucha de su investigación sobre el fenómeno del pesimismo y sus relacionados como el sentimiento de desamparo y la impotencia.

Según el autor, la pauta explicativa pesimista contribuye en gran medida a que aparezcan trastornos como la depresión y que está permanezca una vez que haya finalizado el tratamiento farmacológico o que reaparezca dicha condición a mediano plazo.
De forma específica, las personas pesimistas, que en su mayoría son rumiadoras tienden a ver los contratiempos de cada día como permanentes, personales y de amplio espectro, explicándose la vida muy parecido a esto: “no se me dan bien los exámenes, no soy inteligente” “no me llamaron a esa ultima entrevista porque ya notaron que soy un fracaso, no tendré nunca el trabajo que quiero”.
Dentro de los resultados de diversas investigaciones el Dr. Seligman y su equipo llegan a la conclusión de que dicha pauta es más común en las mujeres, por la tendencia a sobre analizar y a rumiar, por tanto, dicha incomodidad, enojo o tristeza se mantiene más tiempo y se acentúa al contrario de la forma en que los varones enfrentan la situación, en la que suele existir más acciones de distracción.
Explica también cómo el sentimiento de impotencia es análogo a la depresión y cómo la pauta pesimista completa el ciclo, cuando la persona se rinde ante las dificultades.
Ya para la segunda parte del libro, Seligman comparte cómo una charla casual en un avión da un giro a la investigación al preguntarse si la pauta explicativa es susceptible a cambio y a entrenamiento y cómo dicha pauta modifica la eficacia, la sensación de logro y el aprovechamiento en esferas como la académica y la laboral.
Una vez que se ha fundamentado teóricamente y que se han compartido con él (la) lector (a) dos décadas de resultados científicos, la tercera parte del libro contiene el manual de aplicación para convertir la pauta explicativa pesimista a una útil. El también fundador de la psicología positiva precisa para ello que es normal sentirnos impotentes y tristes momentáneamente, cuando fallamos o con diversas dificultades de la vida, pero que las personas optimistas se recuperan casi de inmediato a la desazón, convirtiendo el desacierto en un desafío; los pesimistas en cambio, parecen sumirse en la derrota, que cómo ya dijimos se percibe totalizante y permanente lo que acentúa la inacción.
A partir de ello, el autor crea el modelo ABCDE, por sus siglas en inglés, cuyo entrenamiento requiere de paciencia, de constancia y del tiempo necesario para poder llevar un registro y una discusión con nosotros mismos que nos obligue a ver otras perspectivas.
Dicho entrenamiento también esta explicado para implementarse de padres a hijos, en la cuestión laboral y por supuesto, en lo intrapersonal, pero el manual sería poco eficaz si no tuviéramos el autoconocimiento de saber a qué le debe de poner más peso, es por ello que en la primera parte del libro, Seligman comparte la batería que implemento en sus investigaciones para que se evalúen aspectos como la esperanza, la permanencia y la personalización y ahora sí, podamos aprender a ser optimistas.
Un libro imperdible en nuestras recomendaciones que inspiran.
Disponible en físico: https://www.buscalibre.com.mx/libro-aprenda-optimismo/9788499087979/p/4099189 y en PDF en: https://webooks.co/images/team/generos/liderazgo1/21.Aprenda%20optimismo%20Haga%20de%20la%20vida%20una%20experiencia%20gratificante%20.pdf
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