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Bruno nos pregunta:

Estoy en una relación de pareja desde hace dos años. Al principio nos llevábamos muy bien pero ahora peleamos a cada rato, casi por cualquier cosa. Mi novia dice que no la escucho y yo no estoy de acuerdo con eso, si la escucho pero me cuesta trabajo saber qué es lo que quiere porque sus mensajes son confusos. Dice que si la amo, debo saber lo que le pasa, por lo que en muchas ocasiones literal tengo que adivinar lo que tiene y si me tardo mucho en atinarle, los ánimos se ponen muy intensos. Además piensa que actúo igual que ella. Cuando me pregunta – ¿Qué tienes?– Si le contesto que nada, ¡no me cree! Entonces empieza a darme mil opciones de lo que, seguramente me está pasando. La verdad es muy desgastante y a veces ya termino dándole por su lado con tal de no seguir discutiendo…¿Qué podemos hacer? Siento que ya estamos muy desgastados.

Bruno, muchas gracias por escribirnos, comunicarnos en pareja es más complicado de lo que pensamos, es común,  como nos explicas en tu pregunta, dar por hecho que nuestra pareja debe adivinar nuestras señales e intuir nuestras necesidades. Nada más erróneo que este pensamiento que hemos aprendido por imitación y repetido sin cuestionarnos ni su validez, ni su utilidad.

Si vamos a hablar de comunicación es muy importante recordar cómo se da este proceso: necesitamos un emisor que emita un mensaje, a través de un canal que es recibido por un receptor, quien lo decodifica y le envía una respuesta o retroalimentación. Cuando falla alguno de estos elementos, el mensaje no logra transmitirse o recibirse de manera adecuada.

Ahora bien, ¿para qué nos comunicamos? Para dar a conocer nuestras ideas, necesidades o quejas en busca de empatía y del interés del otro por atender a nuestra solicitud. ¿Por qué esperamos entonces que el otro adivine lo que queremos?

Desde esta perspectiva, necesitamos preguntarnos  ¿queremos platicar o pelear? Quizá suene un poco extraño el planteamiento pero en muchas ocasiones estamos más ocupados en pensar cómo le voy a reclamar, qué palabras voy a emplear, qué actitud tomará y se nos olvida que la intención es acordar o solucionar una situación determinada de la forma más favorable para ambos. De ahí viene el término asertividad, que se refiere a “la habilidad que permite a las personas expresar de la manera adecuada, sin hostilidad ni agresividad, sus emociones frente a la otra persona.”

Marcelo Dias en Pexels

¿Cómo lo logramos?

  1. Describe lo que pasó:  esto es más complicado de lo que parece porque evita  calificar la situación por ejemplo, “Hoy llegaste 15 minutos después de la hora que acordamos” en vez de decir “Para no variar, llegaste tarde.” En la primera describimos, en la segunda descalificamos. Cuando exponemos los hechos tal cuál sucedieron, nos damos la oportunidad de quitar la interpretación que hicimos de los mismos.
  2. Comparte lo que sentiste: tus sentimientos son válidos, pero son tuyos, se detonan por lo que piensas. “Estoy enojada, porque pienso que no te importa hacerme esperar, creo que no te importo”. Cuando contactamos con los pensamientos que están detrás de nuestras emociones, tocamos lo que realmente nos afecta y en muchas ocasiones tiene que ver más con lo que no hemos elaborado personalmente o en pareja que con lo que pasó justo en el momento del pleito.
  3. Escucha la perspectiva del otro: sólo cuando escuchas con atención las razones por la cuales tu pareja tomo determinadas decisiones, podrás comprobar si lo que piensas es verdad o no.
  4. Busquen una solución en pareja que los satisfaga a los dos, si ambos nos escuchamos podemos buscar una opción favorable. “No me siento cómoda esperándote más de tantos minutos, por favor la próxima vez que veas que se te hace tarde, avísame.”


Aunque estos pasos parecen muy sencillos, el reto está en reconocer qué es en realidad lo que nos molesta. A veces no me estoy peleando justo porque hoy mi pareja llegó tarde sino por que la mayoría de las veces lo hace y además tampoco es “sólo” el hecho de que llega tarde sino porque pienso, por ejemplo, que no soy importante para él o ella y creo que me deja en último lugar en su agenda. Eso conecta con un sentimiento de abandono o de exclusión y por supuesto me hace reclamar desde un lugar de mucho dolor. Y mi pareja, ¿desde donde escucha el reclamo? ¿Entenderá que lo que me duele es sentirme en segundo plano o piensa que “sólo” soy intransigente con el tiempo?

Recuerda, lo que no se dice, no existe

Sí, por puesto que existe la comunicación no verbal pero puede ser confusa, más aún si no coincide con lo que decimos. Es el caso de las personas que les preguntan: –¿Estás bien?– Y responden, con los brazos cruzados, el ceño fruncido y una voz cortante: –Nada, no me pasa nada–. ¿En serio? Pero si todo su cuerpo nos grita que está furiosa…

Esta es una conducta aprendida, repetimos “las indignaciones”, “los berrinches”, aplicamos la “ley del hielo” hasta que el otro u otra haga “méritos” para que merezca que le hablemos o adivine exactamente lo que nos pasa. ¿El resultado? Tensión innecesaria, violencia, impotencia y que, al final terminemos peleando por las formas en las que se dieron las cosas y dejemos de lado el contenido, que es donde está lo realmente importante.

Platiquen en pareja sobre la importancia de decir lo que sienten en el momento en el que lo sienten y de reconocer los pensamientos que están detrás de esas emociones. También pueden acordar que, lo que no se digan, no tiene por qué ocupar al otro, de esta forma evitarán tener que estar adivinando lo que pasa, simplemente preguntan y si el otro dice que no pasa nada entonces damos fin al tema sabiendo que de verdad no pasa nada o que el otro decidió que no quiere abordarlo.

Cuando estamos en pareja nos peleamos nosotros y el contexto que tenemos detrás, es decir a veces nuestros pleitos son repeticiones de situaciones no resueltas de nuestras propias familias de origen, por eso resulta tan complicado resolverlas. Si éste es su caso o se dan cuenta que les resulta imposible comunicarse asertivamente, es momento de buscar el apoyo de un especialista, recuerda que en Mentalizarte estamos listos para orientarlos.

¿Te interesa seguir leyendo sobre este tema? Te recomendamos:

https://mentalizarte.mx/2020/02/09/siete-consejos-para-destruir-tu-relacion-de-pareja/

https://www.bicaalu.com/articulos/2021/apps_para_meditar_y_relajarse_en_casa.html

Esta columna llega a ti gracias a la redacción de nuestra colaboradora Clara Sánchez. ¿Quieres enviarle tu inquietud? puedes hacerlo directamente en los comentarios o bien, a su correo electrónico csanchez28@gmail.com le daremos respuesta en las siguientes entregas.

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