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Cuando nos cortamos, nuestro cuerpo activa de inmediato una alerta de dolor y pone en marcha las plaquetas para comenzar el proceso de curación. Con el tiempo, podemos observar cómo la herida sana, este es un proceso tangible, pero ¿qué pasa cuando las heridas no son visibles? ¿Cómo podemos curar esas cicatrices internas que no sangran, pero duelen igual?. De manera similar, a menudo escuchamos o leemos que la salud mental también puede autocurarse. Pero, ¿qué significa realmente? En este artículo, exploraremos cómo aplicar este concepto en la vida real y cuál es su proceso.

La autocuración es un viaje, un proceso que comienza identificando las áreas de tu vida en las que has experimentado dolor, trauma, estrés o desafíos cotidianos. A partir de ahí, se trata de incorporar prácticas en la rutina diaria que promuevan la curación. Por supuesto, el tiempo necesario para este proceso varía de una persona a otra, pero es crucial entender que la autocuración no ocurre de la noche a la mañana.

Al igual que en cualquier entrenamiento, los resultados dependen del esfuerzo que inviertas. Algunas actividades que pueden facilitar este proceso son:

1. Incorpora la meditación: Dedica unos minutos al día a esta práctica. Calmar la mente a través de la meditación y la respiración es una forma eficaz de controlar el estrés y aumentar la autoconciencia.
2. Lleva un diario: Se ha demostrado que escribir sobre sentimientos y pensamientos puede reducir la ansiedad y la depresión, e incluso ayudar en el manejo del trastorno de estrés postraumático (Sohal, 2022). Puedes iniciar con un journaling, te dejo la liga al final.
3. Práctica diaria de gratitud: Estudios recientes indican que agradecer lo positivo, incluso en situaciones difíciles, aumenta la satisfacción con la vida, reduce la ansiedad y la depresión, y fomenta una mentalidad más positiva.
4. Cuida tu higiene del sueño: Prioriza el descanso estableciendo una rutina relajante antes de acostarte y evitando el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de dormir.
5. Cultiva un diálogo interno positivo: Este se refiere a la manera en que hablamos con nosotros mismos; es la voz en nuestra cabeza que puede ser nuestra mayor aliada o nuestra peor enemiga. Cultivar un diálogo interno positivo significa aprender a reemplazar los pensamientos negativos, críticos o autodestructivos con afirmaciones más compasivas, alentadoras y constructivas. Para iniciar puedes registrar tus pensamientos negativos para irlos cambiando conscientemente, también puedes llevar una practica diaria de decirte en voz alta tres afirmaciones positivas sobre la persona que eres.

También puedes ir agregando en tu rutina elementos que vayan más con tu estilo de vida, busca libros sobre atención plena, autocompasión y prácticas basadas en el aquí y ahora escritos por expertos en salud mental. Además, considera utilizar aplicaciones de meditación guiada, gratitud, ejercicio y sanación para ello.

Rastrea también comunidades, tanto presenciales como en línea, que se enfoquen en la salud mental y el crecimiento personal en las que te interese formar parte. Considera también el participar en actividades en la naturaleza o asistir a retiros al aire libre puede ser otra manera de apoyar tu proceso de autocuración, ten en mente que recientemente se ha descubierto que pasar tiempo al aire libre no sólo es benéfico para nuestro sistema inmune, también lo es para nuestra materia gris al promover la plasticidad cerebral, esto según el Instituto Max Planck de Alemania.

Por tanto, la autocuración implica un esfuerzo intencional para integrar actividades y mentalidades curativas en tu vida. Esto puede incluir la meditación, llevar un diario, hacer ejercicio, desafiar pensamientos negativos, establecer límites y mejorar el sueño.

Cada una de nosotras encontrará las prácticas que mejor funcione, pero lo esencial es hacer de la curación y el crecimiento una prioridad. También es importante recordar que la autocuración no tiene que ser un proceso solitario: muchas de nosotras encontramos un gran valor en incorporar la terapia profesional y el apoyo comunitario como parte de nuestro viaje hacia la sanación y en Mentalizarte estamos a tu servicio.

Recuerda, la sanación es un viaje personal, y cada pequeño paso cuenta. Empieza hoy, elige una práctica que resuene contigo y dale la oportunidad de transformar tu vida. Porque mereces sentirte en paz, tanto por dentro como por fuera.

Hasta el próximo leencuentro.

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