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Muchas gracias por escribirnos. Hablar de padres tóxicos es un tema complejo por qué, para empezar, nos rompe el paradigma que tenemos de familia ¿A que nos referimos con esto? A que, si nos guiamos por lo que nos dice la sociedad, la publicidad, las películas y más pensaríamos que la familia siempre está para nosotros, nos impulsa a seguir adelante y son nuestro principal apoyo…pero, en la realidad, en muchos casos sucede todo lo contrario.

Este “idealismo” hace que nos sintamos mal cuando nuestros padres no corresponden al modelo que nos han vendido y es común que nos resulte difícil incluso poder expresar lo que sentimos, por eso valoramos mucho el que nos compartas tu situación que, de verdad y tristemente, es más común de lo que imaginas.

Los padres tóxicos son aquellos quienes, desde sus propias carencias emocionales, desconocen las necesidades afectivas de sus hijos poniendo en primer lugar lo que consideran que es lo mejor para ellos. Desde esta posición, pueden tener actitudes muy agresivas como, ignorarlos, humillarlos, descalificarlos, controlarlos, minimizar sus logros, compararlos con sus hermanos u otras personas.

El término de “padres tóxicos” como tal, no existe en la bibliografía médica sin embargo abarca desde progenitores poco sensibles, estrictos e impositivos hasta aquellos que pueden tener enfermedades mentales como el trastorno de la personalidad narcisista, que en pocas palabras se refiere a aquellas personas que tienen un aire de superioridad irracional y necesitan recibir la admiración de los demás. Esa característica hace que  carezcan de la posibilidad de ver al otro, por lo que son incapaces de ser empáticos con los demás.

Características de los “padres tóxicos”

Reconocer la toxicidad de nuestros progenitores implica diferenciar lo que dicen que hacen por “nuestro bien” de lo que hacen, como explicamos anteriormente, para responder a sus deseos. Entre algunas de las características que puedes detectar en los padres tóxico se encuentran:

·       Responden agresivamente, suelen sobre reaccionar frente a cualquier situación que se salga de lo que ellos piensan o esperan. Pueden hacerlo a través de gritos, humillaciones, descalificaciones, violencia psicológica e incluso violencia física.

·       Invalidan tus argumentos, la mayoría de las veces no escuchan tu punto de vista y, si lo hacen, los descalifican o anulan.

·       Falta de empatía, desconocen tus emociones, deseos y sueños, los ven como algo pasajero e insignificante.

·       Te culpan de muchas cosas que les salen mal, como el que se les haga tarde, olviden cosas, las pierdan, etc.

·       Controladores, te dicen qué hacer, cómo hacerlo, a qué hora hacerlo, con quien hacerlo, eligen a tus amigos, quieren aprobar tus hobbies y hasta  tu forma de vestir.

·       Manipuladores: pueden hacerlo desde el drama o desde actitudes dictatoriales, el punto es convencerte de hacer lo que ellos desean y que te sientas  mal por salirte de sus directrices.

·       Ignoran tus méritos, estarán muy pendientes de todo lo que hagas mal para cuestionarlo y señalarlo, pero pasarán de largo tus logros.

·       Invaden tu privacidad, consideran que tú eres una extensión de ellos, por lo tanto, desearán saber todo lo que pasa contigo, sentirán el derecho de revisar tu teléfono, invadir tu recámara o hasta meterse en tus conversaciones.

Conserva tu centro

Este es el punto más difícil y el más importante, reconocer que, sin importar lo que tus padres te digan, ellos y tú son entidades aparte y por ello necesitas defender lo que piensas, lo que deseas y lo que sientes.

No, no eres desagradecida, ni mala hija, eres una persona que necesita defender su propia identidad. Sí, tus papás han hecho muchas cosas por ti y para ti, pero ese es su trabajo. Les debemos agradecimiento, pero no se trata de una factura a pagar con obediencia perfecta y sumisión infinita. La mejor forma de agradecer es siendo tú, aunque ellos no lo vean.

Manual de sobrevivencia

Empecemos por recordar que tus padres actúan así por sus propias historias personales, el tenerlo presente te ayudará a no engancharte con sus acciones. Lo sé, hacen y dicen cosas horribles que te lastiman y devalúan, además lo han hecho desde que eras una niña, eso no lo negamos ni lo ignoramos, sólo que antes eras pequeña y no podías hacer algo al respecto, ahora sí. No es fácil, pero se puede. ¿Por dónde empezamos?

·       Olvídate de cambiarlos, eso permite que dejes de ser igual de invasivo que ellos, tienen “sus razones” de pensar cómo piensan y no las van a cambiar.

·       Evita convencerlos, cuando te pregunten lo que piensas o lo que harás expón los argumentos o las puntos más básicos que crees que deben saber, acuérdate que los van a desaprobar.

·       Súbele el volumen a tu voz, escucha tu voz, tus necesidades, tus sueños. Eso te permitirá sanar tus heridas porque ahora ya no necesitas que tus papás cuiden de ti, tú puedes hacerlo. Sí, no es el lugar que quisieras, pero es el que hay.

·       Deja de victimizarte y muévete, sabemos que has sido víctima de muchas cosas, pero puedes dejarlo de ser haciéndote cargo de ti misma. Reconocer quien nos ha hecho daño es el primer paso movernos, ahora  nos toca a nosotros. Frente a la toxicidad nos quedan solo dos opciones: quedarnos para seguir sufriendo o alejarnos de ahí para ponernos a salvo.

·       Pon límites, viene del paso anterior y no implica tener que salirte de tu casa sino poner distancia emocional entre tus padres y tú. Va a ser difícil porque recuerda que la manipulación es una de sus herramientas. ¿Cómo lo hacemos? Cuida lo que les cuentas, ahora tu eres la cuidadora de tus sueños, comparte lo estrictamente necesario y, en los casos en los que te sea posible cuéntales tus proyectos cuando ya se hayan concretado, para evitar el ruido mental que ellos provocan y que pueda obstaculizar tu camino.

·       Busca validarte, sí, nos encanta que nuestros papás estén satisfechos de nosotros, pero no siempre sucede. Por ahí hay un dicho que dice que “debemos cacarear nuestros huevos” eso significa que es importante sentirnos orgullosos de lo que lo que hacemos y, si nuestros padres por la razón que sea son incapaces de verlo, hay amigos, conocidos, colegas con quienes podemos festejar.

·       Priorízate, sí, ya te lo habíamos dicho, sin embargo, hay que enfatizarlo todas las veces posible, a partir de ahora tu eres la responsable de tu vida así es que te tocas cuidarte, amarte y alejarte emocional y físicamente, si es el caso, de cualquier persona que amenace tu integridad.

Sabemos que sobrevivir a padres tóxicos es muy doloroso y complejo. Los puntos que te compartimos por acá son una guía de primeros auxilios que creemos puede serte útil, sin embargo, recuerda que no estás sola, en Mentalizarte estamos preparados para acompañarte, ¡Consúltanos!

Esta columna llega a ti gracias a la colaboración de Clara Sánchez, comunicóloga y psicoanalista. Puedes enviar tus consultas o preguntas con tu nombre, utilizando un pseudónimo o escribiendo de manera anónima ya sea en nuestra sección de comentarios o vía correo electrónico a csanchez28@gmail.com. Les daremos respuesta en las siguientes entregas.

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