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La neurociencia ha demostrado que la música activa varias áreas del cerebro simultáneamente, incluyendo aquellas relacionadas con las emociones, la memoria y el movimiento. Este efecto multisensorial podría explicar por qué la música tiene un impacto tan profundo en nuestro estado de ánimo y nuestra motivación. La música es una herramienta poderosa para el empoderamiento según recientes estudios, es capaz de mejorar el estado de ánimo y la motivación de manera inmediata. Su influencia sobre nosotros es única, provocando intensas reacciones emocionales como lágrimas, escalofríos y nostalgia. Escuchar tú canción favorita puede cambiar nuestro ánimo al instante y evocar recuerdos olvidados.

Las emociones surgen a menudo de la evaluación de eventos que consideramos relevantes para nuestros objetivos. Por ejemplo, la felicidad nos indica que estamos en el camino correcto, mientras que el miedo nos advierte de posibles peligros, aunque las creencias asociadas puedan no ser precisas. Asimismo, la música tiene el poder de influir en nuestro proceso de pensamiento.

Una melodía que te resuelte inspiradora o evocativa puede transformar instantáneamente la tristeza en esperanza, mientras que una canción melancólica puede inducir sentimientos de calma o tristeza. Diversos estudios han demostrado que las personas que escuchan música alegre tienden a evaluarse de manera más positiva que aquellas que escuchan música triste. Estos cambios en la autoevaluación son especialmente notables en individuos con baja autoestima[1].

Según Stefan Koelsch (2019) la música empoderadora, caracterizada por ser enérgica, triunfante y fuerte, tiene un impacto significativo en nuestro contenido mental; este tipo de música puede inspirar a los oyentes y reducir el miedo, aumentando su sensación de poder y determinación.

En las recientes olimpiadas se pudieron ver a distintos atletas con sus audifonos y es que no sólo tiene la capacidad de empoderar a su oyente, también se utiliza para mejorar la motivación, el estado de ánimo y la autoevaluación positiva (Ballmann, 2021). Un ejemplo destacado es el de los equipos de Nueva Zelanda, que interpretan los haka, gritos de batalla maoríes, antes de competiciones internacionales para entrar en un estado mental adecuado. La música y los movimientos asociados no solo demuestran poder y confianza, sino que también preparan mentalmente a los jugadores.

De manera similar, escuchar música durante el ejercicio puede tener un impacto positivo tanto en aspectos psicológicos (como el estado de ánimo y la motivación) como fisiológicos (como la percepción del esfuerzo y la excitación). La distracción que proporciona una canción agradable puede hacer que el dolor o la fatiga sean menos perceptibles. La falta de disfrute es a menudo una barrera para el ejercicio, pero la música puede transformar esta percepción negativa en una mentalidad más positiva. La música elegida por uno mismo puede inspirar a prolongar el tiempo de ejercicio o a esforzarse más durante la rutina.

Aunque no se conocen con exactitud los mecanismos por los cuales la música influye en nuestros pensamientos, se sugiere que la música empoderadora tiene un fuerte potencial para estimular la imaginería visual, evocando escenas de la naturaleza o sensaciones de logro.

En 2018, en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, se llevó a cabo un estudio que exploró la relación entre la música y el estado de ánimo. Los resultados indicaron que las notas de una escala mayor pueden estimular el movimiento, la alegría y la expresión externa, mientras que las notas de una escala menor tienden a asociarse con la tristeza y sentimientos profundos. Sin embargo, el impacto de la música también depende de cómo se toquen las notas (en términos de velocidad, ritmo, tipo de instrumento, contexto, etc.), así como de los gustos musicales individuales.

En suma, escuchar música empoderadora puede ser una estrategia eficaz para mejorar la confianza en uno mismo y desencadenar pensamientos positivos que contribuyan a la salud psicológica. Además, en la vida cotidiana, la música motivadora puede facilitar la concentración en tareas y reducir la distracción de pensamientos negativos. La música preferida también tiene una gran capacidad para desviar la atención de la incomodidad del ejercicio hacia los estímulos musicales.

Ya lo decía Oliver Sacks, neurólogo y autor de Musicophilia, la música puede levantar el ánimo, reducir la ansiedad y hasta mejorar la calidad de vida de las personas. Este poder de la música se manifiesta en su capacidad para transformar nuestro estado emocional y motivacional.

¿Qué canciones tienen ese efecto motivador en ti? En Mentalizarte hace tiempo generamos una playlist que te puede ser de utilidad, haznos saber si falta tú canción especial.

Hasta el próximo leencuentro.

[1] Elvers,  P. y Steffens, J. (2017). The sound of success: investigating cognitive and behavioral effects of motivational music in sports. Recuperado de https://www.frontiersin.org/journals/psychology/articles/10.3389/fpsyg.2017.02026/full