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«Me llamo Cristina, soy viuda y, desde hace 4 años, tengo una relación de pareja. Me ha sido complicado entender las reglas no escritas de las relaciones amorosas. Conocí a mí esposo cuando ambos éramos muy jóvenes… por supuesto no había redes sociales y me es difícil entender cosas relacionadas a ellas. Les explicó un poco, mi novio sigue perfiles de chicas tipo Only fans… no puedo evitar sentirme incómoda cuando me doy cuenta de que está visitando estos sitios.  Él se enoja asegurando que cuando accede a esas páginas es solo por un pasatiempo. La verdad es que yo lo vivo como una infidelidad, siento que pasa demasiado tiempo ahí, que fantasea mucho con esas chicas y me siento desplazada ¿Estoy mal? ¿Qué puedo hacer?»

Cristina, gracias por escribirnos. Cada vez es más frecuente este tema en consulta por lo que amerita que nos detengamos a reflexionar sobre lo que está pasando. Sin importar la época a la que pertenecemos, muchas de las acciones que esperamos de las personas con las que nos vinculamos las damos por hecho sin habernos cerciorado de lo que estamos esperando.

Estos supuestos surgen desde el noviazgo, asumimos que el otro pensará y actuará en sintonía con nuestros valores o con  la forma como nosotros lo hacemos, sin embargo, no nos consta que vaya a suceder así.

Un ejemplo aún más complejo es el que sucede con los votos matrimoniales, cuando a uno de los miembros de la pareja le dicen: “¿prometes ser fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad?”, en automático dice que sí, pero, el alto índice de infidelidad nos demuestra que esa promesa contiene más factores que el simple deseo.

Vayamos al origen…

La palabra fiel viene de fidelitas “servir a un dios”. Desde esta definición, la fidelidad describe a quien es leal y confiable por su honestidad, sin embargo en ningún momento se relaciona esta virtud con la exclusividad sexual.

La revista Psychology Today[1] define la infidelidad como: “la ruptura de una promesa de permanecer fiel a una pareja romántica ya sea que esa promesa forme parte de los votos matrimoniales, un acuerdo pronunciado en privado entre los amantes, o de una suposición tácita”. Justo en este último punto es donde radica el problema, en la «suposición tácita», es decir, en aquello que se da por hecho sin que se haya hablado del tema.

¿Qué pasa con las redes sociales?

Ahora bien, si en las relaciones tradicionales esa suposición era un problema que se excusaba con las típicas frases de “solo fue una vez” o “no significó nada para mí”, en los tiempos del Instagram se complejiza aún más dado que existe una mayor ambigüedad entre las expectativas, los derechos y las obligaciones de cada individuo.

La infidelidad cibernética se refiere a cualquier conducta que implica un encuentro de tipo afectivo, emocional o físico con otra persona ajena a la pareja romántica mediante el uso de las redes sociales. De acuerdo a Pittman y Wagers (2005) [2] las características básicas de la infidelidad son la necesidad de guardar secretos y el encubrir acciones ajenas a la pareja Wilson et. al (2011) [3]distinguen tres dimensiones de la infidelidad:

·       Explícita, como el sexting, que se refiere al envío o intercambio de imágenes o mensajes de texto con un contenido sexual a través de un dispositivo electrónico.

·       Ambigua, que hace referencia a las interacciones ocultas en redes.

·       Engañosa, cuyo ejemplo es la creación de perfiles falsos.

Un estudio realizado por la plataforma de citas Gleeden en 2020 reporta que  la infidelidad virtual aumentó hasta 160 por ciento desde que inició la pandemia de coronavirus. [4]Entre las formas más comunes de infidelidad están:

·       Sexting

·       Interacciones ocultas en redes

·       Servicios porno de pago o gratuitos

·       Apps de citas

·       Perfiles falsos

Las páginas tipo Only Fans entrarían en el rubro  tanto de los servicios porno de pago o gratuitos como de las apps de citas. La razón por la que percibes que tu pareja te es infiel cuando consulta este tipo de sitios se debe a que entra una tercera persona en el vínculo, es decir, aunque no exista un acercamiento físico, en lo que él ve y fantasea se establece una conexión con una persona externa a ustedes.

¿Infidelidad real o fantaseada?

Como hablábamos en un principio,esta confusión viene de no ponerse de acuerdo con lo que cada uno valora, jerarquiza y espera de la relación, eso implica:

·       Consensuar qué es para ustedes fidelidad, ¿está en la exclusividad del cuerpo? ¿de las emociones? ¿de lo que ven? ¿de lo que tocan?

·       Acordar lo negociable de lo no negociable, requiere plantear el límite de lo que pueden o no hacer dentro de la relación.

·       Validar lo que sienten, minimizar tus emociones le dará permiso a tu pareja en automático de hacer lo mismo. La validación nace de ti y se la enseñas a tu pareja.

·       Respetar sus acuerdos, no importa de donde venga la definición, infidelidad implica romper la confianza del otro, es decir transgredir los acuerdos a los que han llegado.

Apela a la responsabilidad afectiva
Poner límites y reglas suele ser complicado pero es la única forma de cimentar la sana convivencia en las relaciones humanas. Necesitas hablar con tu pareja y explicarle que la fidelidad no está solo en lo que toca, sino en lo que ve y en las conexiones emocionales que puede establecer mediante chats, mensajes de textos o incluso el sexting.

Puede ser que él minimice lo que sientes o lo que piensas. Si ese es el caso, recuérdale que ambos tienen una responsabilidad afectiva y que ésta consiste en tomar conciencia sobre las consecuencias emocionales que tiene su comportamiento en el otro y que requieren hacerse cargo del mismo. Por supuesto eso no implica satisfacer las necesidades del otro por encima de las suyas, se refiere a ser conscientes de que los vínculos implican interdependencia y cuidado mutuo.

Sabemos que adaptarse a los retos del amor en los tiempos del Instagram es complejo y requiere un arduo trabajo en pareja. A pesar de su esfuerzo el camino puede ser confuso, recuerden que no están solos, en Mentalizarte estamos preparados para acompañarlos, ¡Consúltennos!

Esta columna llega a ti gracias a la colaboración de Clara Sánchez, comunicóloga y psicoanalista. Puedes enviar tus consultas o preguntas con tu nombre, utilizando un pseudónimo o escribiendo de manera anónima ya sea en nuestra sección de comentarios o vía correo electrónico a csanchez28@gmail.com. Les daremos respuesta en las siguientes entregas.

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[1] Psychology Today, Infidelidad, recuperado de https://www.psychologytoday.com/es/fundamentos/infidelidad

[2] Pittman, F. S., & Wagers, T. P. (2005). The relationship, if any, between marriage and in delity. Journal of Couple & Relationship Therapy, 4(1), 135-148. doi:10.1300/ J398v04n0212

[3] Wilson, K., Mattingly, B. A., Clark, E. M., Weidler, D. J., & Bequette, A. W. (2011). The gray area: Exploring attitudes towards in delity and the development of the perceptions of dating in delity scale. Journal of Social Psychology, 151(1), 63-86. doi:10.1080/00224540903

[4] Castro (noviembre, 2020) Kult | La infidelidad virtual aumentó 160% durante la pandemia publicado en El Sol de México, recuperado en https://www.elsoldemexico.com.mx/doble-via/kult-la-infidelidad-virtual-aumento-160-durante-la-pandemia-coronavirus-covid-19-aplicacion-encuesta-sexo-6066054.html