Hola tengo un hijo de 10 años, asiste a una primaria pequeña, cada grado tiene 2 grupos de máximo 15 niños. Erick ha estado en esta escuela desde 1er grado y nunca tuvo problemas, pero este año las cosas han cambiado radicalmente porque los gustos de mi hijo son distintos a los de la mayoría de los niños del salón. A él no le gusta ni el futbol, ni los videojuegos, ni nada violento. Prefiere platicar, dibujar o contar historias. Sus compañeros lo molestan porque no quiere jugar con ellos, lo insultan, lo ignoran para los trabajos en equipo e incluso lo han dejado de invitar a las fiestas. Ya hablé con las maestras, pero dicen que la culpa es de él porque no quiere hacer lo que hacen los demás y que debe adaptarse. Hay un compañero en particular que aprovecha cualquier descuido de los profesores para empujarlo, pegarle o patearle sus cosas. Erick ya no quiere acusarlo porque dice que no le hacen caso. Ya no quiere ir a la escuela. ¿Qué puedo hacer?
Gracias por contactarnos. Por desgracia el acoso escolar se ha normalizado desde hace varias décadas, tal y como lo hacen las maestras del colegio de tu hijo. Esta justificación de la violencia es la principal razón por la que ha sido imposible enfrentar el problema de manera enérgica pese a las crecientes consecuencias que vemos todos los días. La organización Bullying Sin Fronteras realizó un mapeo que reporta que 7 de cada 10 alumnos de primaria y secundaria lo padecen, es decir alrededor de 19 millones.
Frente a esa normalización es necesario aclarar que entiende la ley por acoso escolar. Según la Ley de Educación de la Ciudad de México en la fracción I Bis del artículo 2, “se refiere a todo acto u omisión que, de manera sistemática, agreda física, psicoemocional, patrimonial o sexualmente a una niña, niño o adolescente, realizado bajo el cuidado de las instituciones escolares o en el entorno escolar”.
Sí, leíste bien “todo acto u omisión”, sin embargo, en la vía práctica, pareciera que se requiere una evidencia grave para que las autoridades intervengan, de ahí que el diputado Pablo Trejo Pérez, promotor del Ley para la Promoción de la Convivencia Libre de Violencia en el Entorno Escolar de la Ciudad de México aseguré que dichas cifras hacen que el país: “ocupe el primer lugar mundial con 180 mil casos graves de bullying y ciberbullying. El segundo lugar lo tiene Estados Unidos, con 6 de cada 10, y el tercero China, con 5.8 por cada 10.2”. [i]
¿Qué pueden hacer los papás?
La prevención atención y erradicación del bullying es tarea de todos. El principal objetivo es prevenirlo, esto implica:
- Hablar del tema constantemente
- Subrayar la tolerancia cero frente a este tipo de situaciones,
- Fomentar la confianza, eso implica escuchar lo que te cuenta y darle un voto de credibilidad
- Animarlo a expresar sus emociones sin miedo.
- Reforzar su autoestima
- Revisen juntos el violentómetro que les compartimos.
En paralelo a estas acciones preventivas, es necesario estar alerta a cualquier situación que pudiera evidenciar que tu hijo está siendo víctima de acoso sin importar si te lo ha dicho o no. Anti-bullying Protocol, empresa fundada en 2015 en Estados Unidos, asegura que el bullying escolar “es cuando un niño o grupo de niños molesta a otro de manera repetida y a propósito para obtener algún beneficio o simplemente causar daño. Este comportamiento lastima y puede tener consecuencias graves.”[ii] Te describimos algunas:
- Lesiones
- Estrés
- Depresión
- Ansiedad
- Insomnio
- Aislamiento
- Baja autoestima
- Desmotivación para asistir al colegio
- Pérdida del apetito
- Deseo de lastimarse
- Ideación suicida
Enfrentar la realidad
El principal miedo que tienen los niños y adolescentes es que sus padres no les crean o que puedan reprenderlos por no defenderse o por ser víctimas, frente a ello:
- Escucha sin juzgar: deja que tu hijo te describa lo más detalladamente posible lo que le paso.
- Valida sus emociones: jamás, jamás minimices lo que siente tu hijo frente a lo que está pasando
- Felicítalo por su valentía al hablar del tema.
- Documenta el acoso, registra los detalles: ¿quiénes estuvieron involucrados?, ¿dónde ocurrió? ¿cómo? ¿con qué frecuencia?
- Guarda evidencia, todo lo que pueda servirte mensajes en papel, recados escritos, dibujos, fotos o videos.
- Informa a la escuela, es importante que lo sepan todas las autoridades correspondientes, eso incluye al maestro, psicólogo, director. Pídeles que tomen medidas, vigila que se cumplan y, en caso de que no suceda levanta una denuncia.
- Dale confianza, para externarte sus necesidades
- Apóyalo, recuérdale que estarás detrás de él pendiente de lo que suceda y de las estrategias que implemente la escuela.
- Enseña con el ejemplo, modélale la calma y busquen soluciones.
- Promueve la prudencia, insístele a tu hijo que no responda con violencia, aunque lo estén provocando, es mejor que se retire del lugar y/o que pida ayuda.
Empoderarlo vs. sobreprotegerlo
Tu hijo necesita aprender a enfrentar la violencia por sí mismo porque, aunque es vital que le informen a un adulto para que esté al tanto de la situación, la mayor parte de las veces el agresor lo va a molestar cuando a esta solo, prepáralo en estas cuatro áreas:
- Comunicación asertiva:
- Hablar desde la seguridad que le enseñaste en casa, no desde el miedo para:
- Poner límites con una voz clara y segura, manteniendo contacto visual diciendo cosas como “No, detente» o «Déjame en paz». La intención de que lo haga fuerte es evidenciar que lo están molestando.
- Ignorar al agresor y alejarse si está en una situación peligrosa, eso demostrará que no está dispuesto a engancharse y lo pondrá a salvo.
- Estrategias de defensa no violentas:
- Enséñale una postura corporal segura: implica pararse erguido, con los hombros hacia atrás y la cabeza en alto.
- Contacto visual: sin ser desafiante, es solo para comunicar que no tiene miedo.
- Distancia física segura: poniendo las manos frente al agresor con las palmas de las manos hacia afuera y los dedos extendidos.
- Lenguaje corporal de rechazo: cruzar los brazos o girar el cuerpo para comunicar que no está receptivo al acoso.
- Resiliencia emocional:
- Valida sus sentimientos: Asegúrale que no es su culpa y que es normal sentirse triste, enojado, asustado o impotente.
- Refuerza su autoestima: Ayúdale a reconocer sus fortalezas y cualidades positivas.
- Ofrécele técnicas de relajación: como respirar profundamente para manejar el estrés y la ansiedad que puede generar el acoso.
- Apoyo social:
- Amigos: pueden ofrecer apoyo y ser la principal protección en situaciones de acoso.
- Reciprocidad: incítalo a ser un buen amigo mostrándose activo frente al acoso que puedan sufrir sus compañeros ya sea interviniendo cuando es seguro hacerlo o buscando ayuda de un adulto.
- Acompañamiento: aconséjale evitar quedarse o desplazarse solo,
Busca ayuda emocional
El acoso deja huellas emocionales profundas que, de no ser tratadas de forma adecuada, pueden convertirse en traumas o trastornos que afecten su calidad de vida. La situación también impacta profundamente a los papás, recuerda que no estás sola, en Mentalizarte estamos preparados para acompañarte, ¡Consúltanos!
Esta columna llega a ti gracias a la colaboración de Clara Sánchez, comunicóloga y psicoanalista. Puedes enviar tus consultas o preguntas con tu nombre, utilizando un pseudónimo o escribiendo de manera anónima ya sea en nuestra sección de comentarios o vía correo electrónico a csanchez28@gmail.com. Les daremos respuesta en las siguientes entregas.
[i] Pansza, A (2025) En México, 7 de cada 10 niños y adolescente sufren de acoso escolar publicado en el periódico La Prensa tomada de https://oem.com.mx/la-prensa/metropoli/en-mexico-7-de-cada-10-ninos-y-adolescente-sufren-de-acoso-escolar-20964787
[ii] Anti-bullyibg Protocol (2024) Lo que necesitas saber sobre el bullying folleto descargable tomado de:
Mentalizarte 
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