La psicología entiende por fuerza yoica aquella mediación que tiene la capacidad de ser adaptable, flexible y congruente antes las diversas situaciones de la vida con la finalidad de resolverlas eficientemente, independientemente de si las situaciones se presentan como hostiles o peligrosas. La fuerza yoica es la energía que le permite a la persona afirmarse en la realidad, sobreponerse a las experiencias dolorosas y frustrantes así como aquellas que se viven con presión y estrés, todas ellas como resultado de la interacción con el medio.
Escrito por la arteterapeuta Lucia Capacchione, este libro nos guía, como dice en su subtítulo, en el arte de encontrarnos a nosotros mismos. Para este fin, utiliza una de sus técnicas más características: el uso de la mano no dominante.
Sócrates tiene una frase que cualquier proceso terapéutico pone en marcha: “Conócete a ti mismo” y llevar un diario puede ser una útil herramienta que puede ayudar a esta tarea que no tiene fin.
Según la APA –American Psychological Association, por sus siglas en inglés-, el llevar un diario ayuda a reducir los pensamientos intrusivos y evitativos sobre todo en aquellos eventos considerados negativos, los investigadores creen que escribir puede, a su vez, liberar nuestros recursos cognitivos para otras actividades mentales, como enfrentar el estrés de mejor forma.
Hola Me llamo Darío, tengo un hijo de cinco años al que normalmente le encantaban las fechas de Halloween, sobre todo porque en su escuela les hacen festejos apropiados para su edad: los dejan disfrazarse, hacen concursos y piden dulces en los salones contiguos. Vivimos en un edificio pequeño, somos pocos vecinos y nos organizamos para darles a los niños su calaverita. El año pasado vinieron mis sobrinos a pasar estas fechas con nosotros, son sólo un par de años más grandes que mi hijo y se la pasaron super bien: jugaron, vieron películas, etc. Justo después de que pasaron estas fechas, Bruno comenzó a tener problemas para dormir, se despertaba por la noche llorando, teníamos que quedarnos un rato con él para que se calmara. Poco a poco fue retomando sus hábitos de sueño, pero este año en cuanto comenzó a ver las decoraciones de Halloween en las tiendas regresaron sus problemas de sueño. Lo raro es que, primero nos insistió mucho en que decoráramos la casa, pero ahora no quiere salir de su cuarto porque le asustan los adornos. También tiene pesadillas que se han ido intensificando, tanto que lo hacen gritar y llorar. En ocasiones, aunque le hablamos, no logramos despertarlo. Cuando por fin se recupera de la angustia se niega a dormir solo. ¿Qué le está pasando? ¿Cómo podemos ayudarlo?
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Darío muchas gracias por escribir. El miedo durante la infancia es más complejo de lo que pensamos porque nos habla de las emociones o los recuerdos que no hemos podido superar, solo que, por la edad, los adultos los interpretamos como episodios pasajeros y sí, en muchas ocasiones lo son. También pueden ser el resultado de una experiencia estresante o de algo que sucedió en el día y que fue difícil de procesar.